En una reunión clave con empresas importadoras y productoras, se acordó avanzar en la simplificación de trámites para garantizar que los repelentes lleguen a las zonas más afectadas. La secretaria de Gestión Administrativa, Cecilia Loccisano, remarcó la urgencia de eliminar las barreras burocráticas que pueden retrasar la comercialización y distribución de estos productos esenciales.
En el marco del «Plan Estratégico de Prevención y Control de Dengue 2024-2025», el Ministerio de Salud estimó una producción de 60 millones de repelentes para fin de año, lo que representa un aumento significativo respecto a años anteriores. Además, la ANMAT jugará un rol clave fiscalizando que solo se comercialicen productos autorizados, evitando la circulación de opciones no registradas que podrían poner en riesgo la salud pública.
Durante el encuentro, también se discutió el impacto del dengue en las diferentes regiones del país, con especial atención a las áreas más vulnerables del norte argentino. Los especialistas subrayaron la necesidad de una acción coordinada entre las provincias y el Gobierno Nacional, destacando que las condiciones climáticas de este año favorecen la reproducción del mosquito Aedes Aegypti, principal transmisor del virus. Ante este panorama, se destacó la importancia de distribuir los repelentes en tiempo y forma para prevenir brotes.
Por otro lado, se anunció que el Gobierno llevará adelante controles más estrictos en la importación de insumos y materias primas necesarios para la elaboración de repelentes. Este esfuerzo conjunto busca no solo incrementar la oferta de productos en el mercado local, sino también asegurar su calidad, garantizando que los repelentes cumplan con todas las normativas sanitarias y ofrezcan una protección eficaz a la población.