Por: 7ma Medios

La Cámara de Diputados ratificó el veto a la ley de financiamiento universitario impulsada por el presidente Javier Milei. En una sesión que duró cuatro horas, el oficialismo consiguió 159 votos a favor, mientras que 85 legisladores votaron en contra y 5 se abstuvieron. A pesar de los esfuerzos de la oposición, no lograron alcanzar los dos tercios necesarios para revertir la decisión presidencial. Este debate fue crucial para el Gobierno de cara a la discusión del Presupuesto 2025.

Mientras tanto, miles de estudiantes se congregaron afuera del Congreso en una masiva movilización para protestar contra la ratificación del veto. Con banderas, cánticos y pancartas, exigían la defensa de la universidad pública y el fin de los recortes. “No queremos que sigan ahogando a la educación”, expresó uno de los manifestantes, visiblemente afectado por la situación.

VARIAS IDAS Y VUELTAS

El diputado de La Libertad Avanza, José Luis Espert, fue uno de los principales oradores en defensa del veto. Afirmó: «No queremos que haya curros en las universidades con dinero de los contribuyentes, muchos de ellos pobres que nunca van a estudiar lamentablemente». Espert enfatizó que buscan una «educación universitaria y pública, pero cada vez con mayor calidad y menos curro», y criticó la situación actual: «Tenemos estudiantes universitarios crónicos». Añadió que «este proyecto no significa ningún cambio en la universidad» y cuestionó: «Si todo el gasto va a estar indexado, ¿qué sentido tiene el Presupuesto?».

En el bloque opositor, Germán Martínez, presidente de Unión por la Patria, fue contundente en su crítica al Gobierno: «Mientras que al conocimiento y a la inteligencia que brinda la universidad pública le cortan los fondos, a la inteligencia de los espías han llevado el crédito inicial del año 2024 de $65.000 millones a $350.000 millones para el Presupuesto 2025». Martínez pidió revelarse «contra la política del apriete del Gobierno» y afirmó que «este tema merece otro tipo de análisis».

Otra de las voces que se alzó en la sesión fue la de la diputada del PRO Silvia Lospennato, quien argumentó que «no sólo se trata de la herencia que recibió este gobierno, sino de cómo hay que administrar en la escasez». Aunque respaldó el veto, reconoció que «el reclamo salarial docente es real y genuino». Además, planteó la necesidad de debatir «cómo financiamos la universidad» y se preguntó si los egresados que tienen un trabajo formal deberían hacer un aporte para ayudar a los estudiantes que necesitan becas.

El diputado radical Facundo Manes fue crítico con la medida del presidente Milei y, en su intervención, expresó: «La única manera de reducir la pobreza, de lograr el desarrollo equitativo en la Argentina es invirtiendo en la gente, en la verdadera riqueza de la nación, nuestro cerebro». En un mensaje directo al mandatario, afirmó: «No nos va a salvar usted, no nos va a salvar un Mesías, nos va a salvar la educación».

Por su parte, la diputada radical Danya Tavela, una de las impulsoras de la ley de financiamiento universitario, acusó al Gobierno de estar «haciendo todo lo posible para que los chicos se vayan del país» y recordó a sus colegas que «son hijos de la universidad pública».

Miguel Pichetto, líder del bloque Encuentro Federal, también se manifestó en contra del Gobierno: «A nueve meses de la iniciación de este Gobierno deberían haber consolidado una mayoría parlamentaria sobre la base del diálogo». Cuestionó la falta de un programa económico claro, preguntando: «¿Cuál es el programa económico que tienen? ¿El ajuste al estilo Martínez de Hoz?». Además, destacó la importancia de la universidad pública, afirmando que «la universidad pública forjó nuestra identidad nacional».

Finalmente, Lourdes Arrieta, otra de las diputadas que se pronunció en contra del veto, sostuvo que «la universidad pública no tiene que ser un debate, sí lo tienen que ser las auditorías». Arrieta criticó el manejo de los fondos destinados a las universidades, asegurando que «no se trata de financiar las universidades públicas: si realmente va al estudiante que va a estudiar en el piso o los baños están hacinados».