Por: 7ma Medios

El Intendente destacó «el logro alcanzado por la camada inicial de esta propuesta», remarcando que «esta iniciativa es una herramienta esencial para el mundo del trabajo, especialmente en el contexto socioeconómico difícil que atraviesa el país». Watson recordó que el proyecto nació «de la preocupación por el destino de los jóvenes que culminaban su trayectoria en los clubes infantiles», y subrayó que el objetivo era ofrecerles «una alternativa de formación para quienes querían seguir vinculados a ese ámbito». Además, enfatizó que esta propuesta no solo está vinculada con la empleabilidad, sino también con la contención social.

El secretario de Relaciones Institucionales, Oscar Núñez, resaltó que los flamantes graduados ya comenzaron a dirigir partidos en ligas locales. Además, celebró que el 51% de la comisión estuvo conformada por mujeres, lo que consideró un reflejo de la promoción de la paridad de género y la inclusión en el ámbito del arbitraje.

Por su parte, el instructor de arbitraje, Rubén Pascualino, elogió el compromiso de los estudiantes y afirmó: “Recibimos alumnos y hoy despedimos réferis”. Pascualino destacó la gran necesidad de profesionales en este rubro y valoró la oportunidad que brindó el Municipio, afirmando que es un campo con inmediata salida laboral. También definió la carrera como «un proceso donde nunca dejamos de aprender».

Héctor Galarza, coordinador general de la escuela, agradeció la posibilidad de contar con un espacio de capacitación gratuito, señalando que los costos de estos cursos de forma privada son muy altos.

Marta, una de las egresadas proveniente de San Francisco Chico, expresó su emoción por lo conseguido y comentó que ya comenzó a arbitrar encuentros desde categorías infantiles hasta las más avanzadas. Su objetivo es «progresar y llegar lejos» en su carrera como árbitra. Mario, otro de los egresados de Zeballos, describió la cursada como «súper satisfactoria» y destacó el conocimiento adquirido. Ahora, planea continuar su formación y estudiar para ser Director Técnico.

Al finalizar el acto, cada egresado recibió una medalla y un silbato como símbolo de su logro.