Por: 7ma Medios

La Cámara Federal de Casación Penal ratificó la condena de seis años de prisión e inhabilitación perpetua para la ex presidenta Cristina Kirchner, por administración fraudulenta en la concesión de obra pública al empresario Lázaro Báez. No obstante, la sentencia aún no es firme. La defensa de la ex mandataria apelará ante la Corte Suprema de Justicia, última instancia judicial, que podría tomar varios años en pronunciarse sobre el caso.

A pesar de esta confirmación judicial, Kirchner mantiene la posibilidad de presentarse a cargos públicos en los próximos años, mientras la Corte evalúa la causa. El tribunal máximo del país no tiene plazos definidos, y sus decisiones en temas de esta magnitud suelen extenderse hasta tres o cuatro años, permitiendo a la ex presidenta postularse en futuras elecciones.

Este panorama judicial permite que la ex mandataria y sus allegados sigan activos en la arena política. En redes sociales, algunos dirigentes cercanos al kirchnerismo expresaron su respaldo y reafirmaron su lealtad. La intendente de Quilmes, Mayra Mendoza, y el intendente de San Vicente, Nicolás Mantegazza, utilizaron Twitter para mostrar su apoyo a la vicepresidenta. Mendoza expresó: «Ni muerta, ni presa. Presidenta», mientras que Mantegazza destacó: «Nuestro abrazo a @CFKArgentina en este momento de fuertes presiones y una sistemática persecusión del Poder Judicial».

Por su parte, el intendente de Ezeiza, Gastón Granados, reposteó en redes la publicación de Mayra Mendoza. Mariano Cascallares de Almirante Brown también utilizó sus redes para expresarse: «Ningún fallo logrará borrar las políticas públicas de inclusión y ampliación de derechos que impulsó @CFKArgentina. El Pueblo no olvida a quien siempre estuvo a su lado».

La causa, que involucra una maniobra fraudulenta de aproximadamente 84.000 millones de pesos en obras públicas de Santa Cruz entre 2003 y 2015, es solo una de las muchas denuncias de corrupción que enfrentan figuras públicas en Argentina. Sin embargo, el proceso judicial se enfrenta a los tiempos del sistema: una demora que permite a los condenados evitar cumplir sus sentencias de inmediato.

La defensa de Kirchner presentará su apelación en los próximos días, y será la Corte Suprema la que tenga la última palabra. Hasta entonces, la condena seguirá en suspenso, mostrando los desafíos del sistema judicial en el país, donde las apelaciones prolongan la ejecución de sentencias y se espera, en muchos casos, una resolución durante años.