El intento de modificar la ley que limita los mandatos a dos períodos enfrenta un panorama adverso en la Legislatura bonaerense. Las bancadas del PRO, la Coalición Cívica y los libertarios ya manifestaron su rechazo a los cambios, mientras el massismo toma distancia, y la Unión Cívica Radical no unifica posturas.
Aprobada en 2016 durante la gestión de María Eugenia Vidal, la ley fue modificada en 2021 para habilitar que algunos intendentes compitieran en 2023. Sin embargo, la posibilidad de extender los mandatos enfrenta ahora resistencia no solo en Diputados, donde apenas 27 de los 92 legisladores apoyarían la reforma, sino también en el Senado, donde el oficialismo necesitaría sumar 11 votos externos para avanzar.
Entre los argumentos opositores, destacan el reclamo por la alternancia democrática y el rechazo a lo que consideran una estrategia para «eternizarse en el poder». Ante este escenario, algunos intendentes analizan recurrir a la vía judicial para declarar la norma inconstitucional, una estrategia ya anticipada por figuras como Fabián Cagliardi, de Berisso, y Ramón Lanús, de San Isidro.
El debate ocurre en medio de tensiones políticas y reclamos de alternancia democrática. Los bloques críticos ven la iniciativa como un intento de perpetuar privilegios. Si no prospera la vía legislativa, los intendentes podrían apelar a la justicia para invalidar la norma vigente y garantizar su continuidad en 2025.
La falta de apoyo suficiente en ambas Cámaras pone en jaque la posibilidad de reelección para 84 intendentes, dejando el futuro político de la provincia de Buenos Aires en incertidumbre.