Por: 7ma Medios
¿CÓMO FUNCIONA EL QUISHING?
El proceso es sencillo pero efectivo: los atacantes crean códigos QR que parecen legítimos y los colocan estratégicamente en lugares públicos o los envían por medios digitales como correos electrónicos. Al escanearlos, las víctimas son redirigidas a páginas web diseñadas para imitar sitios confiables. Sin sospechar, las personas ingresan información que los delincuentes capturan para usarla o venderla.
Uno de los métodos más utilizados es reemplazar códigos originales con pegatinas en restaurantes, estacionamientos o negocios, desviando pagos o recopilando datos de tarjetas de crédito. También se han reportado casos de códigos QR que llevan a sitios donde los usuarios descargan un software malicioso que roba información de sus dispositivos.
CASOS RECIENTES: DE MULTAS FALSAS A PRECINTOS EN EL GAS
En Argentina, un vecino de Tolosa relató cómo un conocido fue víctima de una estafa tras encontrar un precinto azul en la cabina de gas de su hogar, acompañado de un aviso que pedía escanear un código QR para solucionar el corte del suministro. Tras hacerlo, los delincuentes accedieron a todos sus datos, incluidas contraseñas y tarjetas de crédito.

En varios puntos del país aparecieron códigos QR en los vehículos, simulando ser notificaciones oficiales de multas de tránsito. Al escanearlos, las víctimas son redirigidas a sitios maliciosos que roban sus datos personales y financieros. Por eso, es fundamental evitar escanear cualquier QR sospechoso en tu auto y verificar siempre con las autoridades correspondientes.
¿CÓMO PROTEGERTE DE ESTAS AMENAZAS?
Los códigos QR son herramientas útiles y prácticas, pero su mal uso está aumentando. Hay que estar alerta para no caer en trampas que puedan comprometer tu seguridad y tu patrimonio. Como concluyó el vecino afectado: «Te desesperás porque no lo podés creer. Te cortan el gas o te ponen una multa falsa, y con un escaneo te roban todo».