Por: 7ma Medios

En la segunda jornada del juicio por las muertes de recién nacidos en el Hospital Neonatal de Córdoba, Brenda Agüero, la enfermera acusada de envenenarlos con potasio, se declaró inocente. “Las muertes existieron, de eso no hay duda, pero no soy culpable”, expresó durante su declaración, que duró cerca de una hora.

Agüero, señalada también por intentar asesinar a otros ocho bebés, relató cómo su sueño de trabajar en neonatología se transformó en una pesadilla. “Luché por ingresar a un lugar que hoy no podría volver a pisar. Me arruinaron la vida”, afirmó, aludiendo al impacto de las acusaciones y la mediatización del caso.

Aunque evitó responder preguntas específicas sobre los hechos, aceptó hablar de su vida personal. Reveló que dentro de la cárcel realiza tareas de artesanía y estudia abogacía para defenderse. “Me atacaron desde todos lados. Necesito herramientas para demostrar mi inocencia”, dijo.

La fiscalía sostiene que Agüero utilizó potasio e insulina para causar las muertes con el objetivo de destacarse en su trabajo. Dos autopsias realizadas confirmaron niveles anormales de estas sustancias en los cuerpos de los bebés. Sin embargo, la acusada insiste en que las pruebas no son concluyentes y denuncia haber sido víctima de un montaje mediático.

El juicio, que también incluye a otros 10 acusados, promete ser largo y complejo. Mientras tanto, las familias de las víctimas siguen exigiendo justicia y respuestas claras sobre lo ocurrido en el hospital.