viernes 10 de enero de 2025 - Edición Nº414

Novedades | 9 ene 2025

MEDIOAMBIENTE

El cargador USB-C universal ayudará a reducir 11.000 toneladas de residuos electrónicos al año

La implementación del cargador universal: una medida para reducir toneladas de residuos electrónicos.


Por: 7ma Medios

La implementación del cargador universal en cada vez más países es una realidad. Esta directiva permitirá a los consumidores usar un único modelo de cargador, con el objetivo de reducir millones de toneladas de residuos electrónicos y simplificar la vida de los consumidores.

A partir del 28 de abril de 2026, también las computadoras portátiles deberán disponer de un cargador único. Esta normativa busca mitigar el llamado ‘bloqueo tecnológico’, que hace a los consumidores dependientes de un fabricante concreto al adquirir uno de sus dispositivos.

El objetivo de la ley es triple: garantizar la comodidad de los consumidores, reducir los residuos electrónicos y evitar la fragmentación del mercado de los dispositivos de carga.

Ahorro y sostenibilidad

La normativa pretende abordar la cifra de 11.000 toneladas al año de residuos electrónicos, permitiendo a los consumidores comprar nuevos dispositivos sin tener que adquirir un cargador adicional, lo que ahorrará a los ciudadanos hasta 250 millones de euros anuales en cargadores innecesarios.

Los cargadores universales USB tipo C serán obligatorios en el territorio de la UE para la mayoría de los aparatos electrónicos.

Así, todos los teléfonos móviles, tablets, cámaras, auriculares, libros electrónicos, teclados, ratones, consolas, altavoces y sistemas de navegación se comercializarán con un cargador único. Los fabricantes han tenido dos años para adaptarse a esta medida sostenible, aprobada en octubre de 2022. En el caso de los ordenadores portátiles, tendrán hasta el 28 de abril de 2026 para cumplir con la normativa.

Reducción de residuos electrónicos y comodidad para los consumidores

Con la normativa, se pretende reducir la extracción de materias primas, las emisiones de CO2 generadas en la producción de los cargadores y la basura electrónica que se generan cada año. Según las estimaciones de la Comisión Europea, el sistema anterior, con USB 2.0 Micro B, USB-C y Lightning (exclusivo de Apple), contribuía a generar hasta 11.000 toneladas al año de residuos electrónicos.

La directiva busca evitar la fragmentación del mercado de los dispositivos de carga, garantizar la comodidad de los consumidores y evitar que estos se vuelvan ‘cautivos’ de un fabricante concreto al comprar sus dispositivos.

FUENTE: NOTICIAS AMBIENTALES

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