

Por: 7ma Medios
En los últimos días, varias provincias del país se encuentran atravesado diferentes climas que van desde olas de calor hasta días de lluvia y una temperatura que no supera los 25°, de forma abrupta. En este sentido, los cambios bruscos de temperatura pueden terminar afectando la salud de manera significativa, debilitando el sistema inmunológico y aumentando el riesgo de enfermedades respiratorias, alergias e incluso problemas cardiovasculares.
Ante variaciones extremas entre el frío y el calor, es fundamental adoptar medidas para proteger el organismo y evitar complicaciones. El cuerpo humano necesita mantener una temperatura estable para funcionar correctamente. Sin embargo, la exposición repentina a condiciones climáticas extremas obliga al organismo a adaptarse rápidamente, lo que puede generar estrés térmico y afectar su capacidad de defensa.
Durante los meses fríos, los vasos sanguíneos se contraen para conservar el calor, mientras que en temperaturas elevadas ocurre lo contrario: los vasos se dilatan para liberar calor. Estos cambios pueden afectar a personas con enfermedades cardiovasculares, hipertensión o problemas respiratorios.
Además, la alternancia entre frío y calor puede debilitar el sistema inmunológico, favoreciendo la propagación de virus y bacterias, responsables de resfriados, gripe y otras infecciones.
Recomendaciones para protegerse
Para minimizar el impacto de los cambios bruscos de temperatura, los expertos recomiendan seguir una serie de medidas preventivas:
1. Vestimenta adecuada
El uso de ropa en capas permite adaptarse fácilmente a las variaciones térmicas. Durante el frío, es ideal vestir varias capas de ropa que puedan quitarse a medida que aumente la temperatura. En climas cálidos, es recomendable optar por prendas ligeras y de colores claros.
2. Hidratación constante
Tanto en invierno como en verano, es fundamental mantener una hidratación adecuada. El agua regula la temperatura corporal y previene la deshidratación, especialmente en días calurosos o cuando se usan sistemas de calefacción que resecan el ambiente.
3. Alimentación balanceada
Consumir alimentos ricos en vitaminas y minerales fortalece el sistema inmunológico. En épocas frías, los alimentos calientes ayudan a mantener la temperatura corporal, mientras que en climas cálidos se recomienda una dieta ligera con frutas y verduras frescas.
4. Evitar cambios extremos de temperatura
Es importante evitar exposiciones repentinas a temperaturas extremas. Por ejemplo, al salir de un lugar con calefacción en invierno, se recomienda abrigarse antes de enfrentar el frío exterior. Del mismo modo, en verano, es mejor no entrar bruscamente en espacios con aire acondicionado a temperaturas muy bajas.
5. Cuidado con las enfermedades respiratorias
Los cambios de temperatura pueden irritar las vías respiratorias y provocar problemas como bronquitis o rinitis. Para prevenirlos, se recomienda evitar la exposición directa a corrientes de aire y utilizar humidificadores en ambientes cerrados.
Los cambios bruscos de temperatura son inevitables, pero con hábitos adecuados es posible minimizar sus efectos en la salud. Vestirse apropiadamente, mantenerse hidratado, llevar una alimentación equilibrada y evitar exposiciones extremas son claves para fortalecer el organismo y reducir el riesgo de enfermedades.
FUENTE: NOTICIAS AMBIENTALES