

Por: 7ma Medios
Uno de los principales responsables de las alergias otoñales es el polen de la ambrosía, una planta que libera grandes cantidades de polen en el aire hasta las primeras heladas. Incluso si no crece en ciertas regiones, el viento puede transportar su polen a largas distancias, afectando a quienes son sensibles.
Los ácaros del polvo, que proliferan en espacios cerrados, también son un desencadenante frecuente. Durante el verano, estos diminutos organismos se acumulan en colchones, alfombras y muebles, y al encender la calefacción en otoño, se liberan en el aire, provocando reacciones alérgicas en muchas personas.
Otro factor importante es el moho, que crece en lugares húmedos como pilas de hojas en descomposición, sótanos y baños mal ventilados. Las esporas del moho pueden dispersarse fácilmente y desencadenar síntomas respiratorios en personas alérgicas.
Síntomas comunes
Las alergias otoñales pueden confundirse con un resfriado debido a sus síntomas similares, que incluyen:
Si estos síntomas persisten durante semanas y empeoran en contacto con ambientes cerrados o al aire libre, es probable que se trate de una reacción alérgica.
Cómo prevenir las alergias otoñales
Aunque no siempre es posible evitar por completo la exposición a los alérgenos, hay medidas que pueden reducir su impacto:
Las alergias otoñales pueden ser molestas, pero con un buen manejo y prevención es posible minimizar sus efectos y disfrutar de la temporada sin tantas molestias.
FUENTE: NOTICIAS AMBIENTALES