

Por: 7ma Medios
Una poderosa tormenta golpeó este jueves al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y al interior provincial, dejando tras de sí un escenario desolador: calles convertidas en ríos, viviendas dañadas, postes caídos y techos arrancados por ráfagas de viento que superaron los 90 km/h.
El fenómeno comenzó cerca de las 14 horas en localidades del interior como Chivilcoy, Navarro, Lobos y Cañuelas, donde cayó una intensa granizada que cubrió por completo el suelo. Desde allí, el frente de tormenta avanzó rápidamente hacia el Conurbano, afectando con fuerza a zonas del sur como Avellaneda, Lomas de Zamora, Almirante Brown y Canning.
En Wilde, la voladura de un techo y la caída de postes de luz preocuparon a los vecinos, aunque no se reportaron heridos. En tanto, en Remedios de Escalada, una de las canchas de entrenamiento de Talleres quedó completamente blanca por la acumulación de granizo.
En La Plata, el temporal provocó la caída parcial del techo de un supermercado ubicado en Tolosa, donde los pasillos se inundaron y los clientes debieron ser evacuados de inmediato. Además, se reportaron anegamientos en barrios como Ringuelet y el casco urbano, con más de 40 milímetros de agua acumulada en pocas horas.
Las imágenes compartidas por los vecinos en redes sociales retratan la crudeza del evento climático: autos varados bajo la lluvia, techos destruidos por las piedras de hielo y calles intransitables.
Aunque el Servicio Meteorológico Nacional advirtió sobre el frente de tormenta, su intensidad superó las previsiones. Para este viernes, se espera que el clima comience a estabilizarse, con chubascos aislados durante la mañana y una mejora progresiva hacia la tarde. El fin de semana se presentará más calmo, con temperaturas frescas y sin lluvias en el horizonte.
El paso del temporal vuelve a poner en evidencia la vulnerabilidad de la infraestructura urbana frente a fenómenos meteorológicos cada vez más frecuentes y extremos.