Por: 7ma Medios

Miles de personas se concentraron en Plaza de Mayo para exigir la liberación de Cristina Fernández de Kirchner, quien cumple arresto domiciliario tras la condena en la causa Vialidad. La movilización fue impulsada por el Partido Justicialista (PJ) y respaldada por organizaciones sociales, sindicatos y referentes políticos.

Desde temprano, columnas de La Cámpora, el Movimiento Evita, el Frente Grande y distintos gremios llegaron al centro porteño. También se sumaron militantes del interior del país, sin que se registraran incidentes.

La movilización mostró el poder de fuego del kirchnerismo: Máximo Kirchner encabezó la columna de La Cámpora junto a Axel Kicillof, Sergio Massa y otros dirigentes. La senadora Anabel Fernández Sagasti resumió el clima del acto: “Hoy empieza un nuevo capítulo de resistencia. No vamos a dejar la calle hasta que Cristina esté libre”.

“Estoy firme y tranquila”

Desde su departamento en Monserrat, Cristina Kirchner habló por primera vez desde que comenzó a cumplir su detención. En un mensaje grabado y luego en una intervención en vivo, agradeció el respaldo popular: “Estoy firme y tranquila. Lo que más me emocionó fue escucharlos cantar ‘vamos a volver’".

La expresidenta también criticó con dureza al Gobierno y al Poder Judicial: “Este modelo se cae. Es injusto, insostenible y profundamente excluyente. Por eso estoy presa”, afirmó.

Cristina denunció que tiene prohibido salir al balcón y lanzó: “Qué cachivaches que son”, en referencia al Tribunal Oral Federal N° 2.

En el cierre de su mensaje, expresidenta retomó un tono más político y evocó el 9 de diciembre de 2015: “Tenemos razón. La razón de los pueblos que se niegan a ser arrasados. Queremos un país donde los jubilados tengan remedios, los chicos computadoras y la comida no se pague con tarjeta”.

Tensiones, críticas y ausencias

Aunque la convocatoria fue encabezada por el PJ, el Frente de Izquierda realizó una protesta paralela en el Obelisco. Gabriel Solano, del Partido Obrero, aclaró: “Nuestro acto es para rechazar el fallo, no para apoyar al peronismo que es cómplice de Milei. Denunciamos también la pasividad de la CGT”.

La central obrera tuvo una postura ambigua: no convocó formalmente, pero varios gremios participaron por decisión propia. En cambio, las dos CTA decretaron un paro con fuerte impacto en el sector público.

El Gobierno montó un fuerte operativo de seguridad y justificó los controles a micros con militantes: “Tenemos que perderle el miedo al orden”, dijo el vocero presidencial, Manuel Adorni.