

Por: 7ma Medios
En una jornada atravesada por negociaciones subterráneas y ausencias que pesaron como votos, el Senado de la provincia de Buenos Aires aprobó la reelección indefinida para cargos legislativos, concejales y consejeros escolares. La votación terminó 22 a 22 y fue la vicegobernadora Verónica Magario quien, como presidenta del cuerpo, desempató a favor del proyecto impulsado por el senador peronista Luis Vivona.
El oficialismo, que no logró una unidad plena en su bancada, se valió del respaldo parcial de sectores de la oposición que bajaron al recinto con el objetivo de aprobar pliegos judiciales. Esa fue la llave que habilitó la sesión tras tres intentos fallidos y abrió la puerta a una reforma que vuelve a flexibilizar los límites a la continuidad en el poder.
Una de las ausencias más resonantes fue la del senador Federico Fagioli, ligado a Juan Grabois, quien anticipó su desacuerdo con la iniciativa y decidió no presentarse. Ese faltazo resultó decisivo, ya que generó el empate técnico que Magario terminó definiendo.
Desde el massismo también hubo fisuras. La senadora Sofía Vannelli, que había sido parte de los ausentes en sesiones anteriores, esta vez asistió y votó en contra del proyecto, reafirmando su rechazo en línea con la ley 14.836, sancionada en 2016 con impulso del Frente Renovador y apoyo de la entonces gobernadora María Eugenia Vidal, que había limitado a una sola reelección consecutiva.
El texto aprobado excluye a los intendentes, lo que generó malestar en el conurbano, donde varios jefes comunales reclamaban que también se les permitiera seguir renovando sus mandatos sin restricciones. Esa tensión interna llevó a que la senadora Ayelén Durán presentara otro proyecto que sí contempla a los intendentes, pero que por ahora quedó en pausa.
La sesión tuvo como telón de fondo el tratamiento de casi 80 pliegos judiciales. Fue ese debate, promovido por Unión por la Patria, el anzuelo que permitió sumar a senadores de la UCR + Cambio Federal y del PRO al recinto, pese a que varios de ellos votaron en contra del proyecto de reelecciones. La trampa funcionó: el peronismo obtuvo el cuórum, aunque no todos los votos.
El expediente ahora pasará a la Cámara de Diputados, donde se anticipa una discusión igual de áspera. Mientras tanto, el peronismo avanza con su estrategia electoral combinada para Nación y Provincia, donde la posibilidad de reelección se convierte en un factor clave para sostener poder territorial.
La sombra de la reforma de 2016 vuelve a estar en disputa. La diferencia, esta vez, es que el límite que impuso Massa, con apoyo de Vidal, podría ser enterrado por los mismos sectores que lo avalaron. El tablero político bonaerense ya no se mide en ciclos: empieza a contarse en permanencias.