miércoles 09 de julio de 2025 - Edición Nº594

Novedades | 8 jul 2025

AMBIENTE

¿Libre de químicos?: La verdad que se esconde detrás de este rótulo

Cada vez más productos llevan etiquetas como “libre de químicos” para atraer a consumidores preocupados por la salud y el ambiente. Esta frase, sin embargo, puede ser engañosa. En realidad, todo en el mundo está compuesto por sustancias químicas, desde el agua hasta una manzana. La diferencia está en cuáles son naturales y cuáles sintéticas o tóxicas.


Por: 7ma Medios

Decir que algo es “libre de químicos” es, en términos científicos, incorrecto. Lo que suele querer decir es que no contiene ciertos compuestos artificiales o potencialmente dañinos. Pero sin una regulación clara, el uso del término queda a criterio de las marcas y puede inducir a confusión o “greenwashing”.

En cosméticos, alimentos, productos de limpieza y textiles, este tipo de etiqueta ganó popularidad. Sin embargo, no garantiza que un producto sea inocuo para la salud o sostenible para el ambiente. Por eso es importante mirar más allá de la frase y entender qué sustancias conviene evitar.

Algunos compuestos químicos están asociados a efectos negativos sobre la salud humana, como alteraciones hormonales, alergias o toxicidad. También pueden generar contaminación ambiental en su producción o descarte. Conocerlos ayuda a tomar decisiones más informadas.

Los químicos que sí debemos evitar

Uno de los grupos más preocupantes son los ftalatos, usados en plásticos y fragancias. Pueden actuar como disruptores endocrinos y que se relacionan con efectos negativos en el desarrollo infantil. Otro grupo peligroso son los parabenos, presentes en muchos cosméticos como conservantes.

También hay que prestar atención a los compuestos perfluorados (PFAS), empleados para hacer productos resistentes al agua o grasa, como sartenes antiadherentes y envases de comida. Estos químicos son persistentes: no se degradan fácilmente y se acumulan en el ambiente y el cuerpo.

Los triclosanos, formaldehído y ciertos colorantes sintéticos también generan preocupación por su toxicidad potencial. Además, productos de limpieza con amoníaco o cloro liberan gases irritantes y contaminan el agua. Por eso, elegir alternativas más suaves o biodegradables es una forma de cuidar tanto la salud como el planeta.

Cómo elegir de forma más consciente

Más allá de las etiquetas comerciales, buscar productos certificados por sellos independientes puede ofrecer mayor garantía. Algunos organismos evalúan ingredientes, procesos de producción y sostenibilidad ambiental antes de otorgar su aval.

También es recomendable optar por productos con listas de ingredientes claras, comprensibles y lo más cortas posible. Cuantos menos aditivos innecesarios, mejor. Lo natural no siempre es sinónimo de seguro, pero muchas veces implica menor procesamiento y menor huella ecológica.

Por último, reducir el consumo general y hacer elecciones más informadas es clave. En vez de buscar lo “libre de químicos”, la meta debe ser minimizar la exposición a compuestos tóxicos, apoyar marcas responsables y promover una producción más limpia y transparente. La conciencia ecológica también empieza por lo que elegimos cada día.

FUENTE: NOTICIAS AMBIENTALES

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias