

Por: 7ma Medios
El boxeo argentino perdió este lunes a una de sus máximas figuras: Alejandra “La Locomotora” Oliveras murió a los 47 años tras permanecer internada desde el 14 de julio por un ACV isquémico. Fue intervenida quirúrgicamente en el Hospital Cullen de Santa Fe, pero no logró recuperarse. Su fallecimiento generó una fuerte conmoción en el mundo del deporte y más allá: Oliveras no solo fue campeona, también fue símbolo de superación y lucha.
“Una campeona que inspiró con los puños y con la palabra”, expresó el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, quien decretó 72 horas de duelo en la provincia. La Bandera Nacional y la provincial flamearán a media asta en todas las dependencias públicas como señal de respeto a una figura que trascendió el ring.
La despedida será este martes: primero en Casa Rodríguez (de 7 a 16, en ceremonia privada), y luego en la Legislatura santafesina de 17 a 21, donde el público podrá rendirle homenaje. La cremación está prevista para el jueves a las 10 en el Cementerio Municipal.
Nacida en El Carmen, Jujuy, y criada en la pobreza, Oliveras conoció las privaciones desde chica. Trabajó limpiando casas, vendiendo tortas fritas y lavando platos antes de subirse por primera vez a un cuadrilátero. Lo hizo para sobrevivir, pero también para demostrar que podía ser la mejor.
Y lo fue: 33 victorias, 16 por nocaut, seis títulos mundiales en distintas categorías y un Récord Guinness por haber sido la primera boxeadora en conquistar coronas en cuatro divisiones de peso diferentes. Su primer cinturón llegó en 2006, cuando se consagró campeona supergallo de la AMB, y desde entonces construyó una carrera imbatible, enfrentando a las mejores del mundo.
Pero más allá del boxeo, Alejandra fue una referente social. Su historia conmovía, su voz movilizaba. Recorrió escuelas, clubes y barrios dando charlas motivacionales, hablando sobre el esfuerzo, la disciplina y el coraje de levantarse después de cada caída. “Mis hijos fueron mi motor”, decía.
En 2021, decidió dar el salto a la política. Se postuló por el partido Unite Santa Fe y fue electa convencional para la reforma de la Constitución provincial. Aunque no llegó a asumir, marcó otro hito en su vida pública. También incursionó en la actuación, con una participación en la serie En el barro, desde donde sus compañeros la despidieron con emoción: “Te vamos a extrañar”, publicaron en redes.
Radicada en Santa Fe desde hacía años, “La Locomotora” construyó allí su segunda casa. Mantuvo un fuerte compromiso con las comunidades más vulnerables, organizando colectas, visitas solidarias y colaboraciones en comedores y hogares infantiles.
Hoy, la tristeza es profunda. Pero también lo es el orgullo de haber sido contemporáneos de una mujer que peleó por todo. Y ganó.