Por: 7ma Medios

Este proceso no tendrá efectos inmediatos, pero modificará los ciclos planetarios, especialmente los de calentamiento y enfriamiento vinculados al régimen día-noche, lo que podría reconfigurar por completo los modelos climáticos y ecológicos del planeta.

Un giro más lento, medido en milisegundos

Los especialistas utilizaron un láser anular de alta precisión en el Observatorio Geodésico de Wettzell, una herramienta capaz de medir variaciones mínimas en la rotación terrestre. Detectaron una desaceleración de:

• 6 milisegundos cada dos semanas
• Provocada por fenómenos como mareas oceánicas, desplazamientos de masa, y interacciones gravitacionales con el Sol y la Luna

“La fricción oceánica y la atracción lunar actúan como frenos sutiles pero constantes”, explican los autores del estudio.

Cambios imperceptibles, pero con impacto evolutivo

El proceso es tan lento que no será perceptible para la humanidad actual. Sin embargo, como señaló Konstantin Batygin, profesor de ciencia planetaria en Caltech:

“Las alteraciones son tan graduales que los procesos evolutivos pueden adaptarse. No afectarán la vida diaria, pero sí podrían modificar el clima a escala geológica”.

La duración del día, aunque parezca estable, está en transformación continua, determinada por fenómenos naturales como terremotos, desplazamientos de agua y variaciones climáticas.

Una hora más en la Tierra: ¿cambio climático o nuevo equilibrio?

A futuro, esta hora adicional de luz o oscuridad podría:

• Alterar el balance térmico del planeta
• Reconfigurar los patrones de circulación atmosférica
• Exigir reformular modelos de predicción climática

Aunque parece ciencia ficción, los resultados plantean interrogantes fascinantes sobre el rol del tiempo en la evolución planetaria.

Tiempo geológico: una ciencia que mira más allá

La investigación forma parte de un campo de estudio que combina:

• Geodesia de alta precisión

• Dinámica planetaria
• Evolución a largo plazo

“Lo que hoy parece eterno, como la duración del día, está en realidad en permanente cambio. Medirlo, comprenderlo y proyectarlo es parte de una nueva visión científica del planeta”, concluyen los investigadores.

FUENTES: NOTICIAS AMBIENTALES