

Por: 7ma Medios
El corazón de la Plaza Brown se convirtió en un espacio de lucha y esperanza. Allí, familias de Almirante Brown impulsaron una jornada informativa para visibilizar la crisis que atraviesa el Hospital Garrahan, considerado el centro pediátrico más importante del país. Lo hicieron con el acompañamiento del Municipio, que expresó su respaldo frente al ajuste que afecta a la salud pública.
Durante la actividad, madres, padres y pacientes compartieron sus testimonios sobre las dificultades que enfrentan para continuar con los tratamientos. La crítica situación del hospital, según expresaron, responde al congelamiento del presupuesto nacional y al desfinanciamiento sistemático.
“El acompañamiento representa una esperanza para miles de familias de todo el país y fortalece nuestra lucha”,
afirmaron vecinos autoconvocados.
Una de las voces más conmovedoras fue la de Karina, vecina del distrito y madre de una niña que se atiende en el Garrahan.
“Somos muchas mamás de distintos lugares. Esta lucha tiene que ser de todos porque nadie se salva solo. Hay oncólogos que hacen milagros para conseguir la medicación. El vaciamiento es total y hay mucha tristeza. El hospital no se debe tocar”,
consideró Karina.
Desde el Municipio, se destacó la importancia de acompañar este tipo de reclamos ciudadanos que buscan defender el derecho a la salud. También se reconoció la labor de las familias que impulsan estas acciones, muchas veces sin pertenecer a organizaciones políticas o sociales.
El próximo encuentro será el 16 de agosto en Burzaco, en Pellegrini 1015, a metros de la estación de trenes. Allí también participarán representantes del hospital, con el objetivo de continuar informando y sumando apoyos.
La situación del Garrahan, que recibe pacientes de todas las provincias argentinas, afecta de manera directa a miles de niñas, niños y adolescentes. Según denuncias de trabajadores y familiares, los recortes comprometen tratamientos fundamentales, cirugías y provisión de medicamentos esenciales.
"La jornada que vivimos en Brown dejó un mensaje claro: la salud pública no se negocia", aseguraron vecinos autoconvocados.