Por: 7ma Medios

El crimen de Alejandro Mario Ainsworth, turista argentino de 54 años que había viajado a Río de Janeiro por vacaciones, sumó un nuevo capítulo. La Policía Civil de Brasil detuvo en San Pablo a Vítor dos Santos Oliveira, señalado como el presunto autor del homicidio.

De acuerdo con el informe oficial, el acusado fue apresado en el barrio Vila Missionária tras tareas de inteligencia. Las autoridades llegaron a él gracias al análisis de cámaras de seguridad que lo mostraron saliendo de un boliche junto a la víctima la madrugada del lunes 8 de septiembre.

“En los videos se lo ve a mi papá con el sospechoso, y horas después aparecen movimientos en sus cuentas bancarias”, contó Alan Ainsworth, hijo de la víctima.

Los investigadores también detectaron que, horas más tarde, Dos Santos Oliveira cargó combustible con la tarjeta del argentino. Además, se registraron operaciones bancarias inusuales: extracciones por 3.500 dólares y un préstamo equivalente a 4 millones de pesos.

“A las 2 de la mañana del lunes empiezan a haber movimientos, cambios de contraseña, transacciones. A las 7 hay una foto que se saca con el celular, que después se sube a Google Fotos”, explicaron los hijos de Ainsworth cuando todavía lo buscaban con vida.

La hipótesis principal sigue siendo la de un ataque de “viudas negras”, modalidad en la que delincuentes seducen a sus víctimas para drogarlas y robarles. El cuerpo de Ainsworth no presentaba signos de violencia visibles, por lo que aún se esperan los resultados forenses y toxicológicos para determinar la causa de muerte.

Cómo fue el caso

El argentino había salido de su hotel en Copacabana el domingo 7 de septiembre por la noche y no regresó. Su cuerpo apareció a la mañana siguiente en la ruta Grota Funda, en la zona oeste de Río, aunque recién fue identificado tres días después.

Licenciado en Administración de Empresas y gerente administrativo de un laboratorio en Buenos Aires, Ainsworth había viajado solo para descansar. Su desaparición movilizó a la familia, que viajó a Brasil para reconocer el cuerpo.

El celular del turista permaneció activo hasta las 21 del lunes, y entre las últimas pruebas se encuentra una foto subida a Google Fotos que mostraba una camioneta en una zona descampada, posiblemente una favela de Río.

“Creemos que lo secuestraron y que usaron su cara como llave para entrar a sus cuentas”, denunció Alan Ainsworth.

Mientras la investigación avanza, la Justicia brasileña mantiene bajo custodia al sospechoso detenido en San Pablo, a la espera de que los peritajes confirmen si participó del crimen.