

Por: 7ma Medios
El Gobierno oficializó la eliminación de las retenciones a las exportaciones de granos y subproductos, con una alícuota del 0%. La medida, publicada en el Boletín Oficial, estará vigente hasta el 31 de octubre de 2025 o hasta que se registren Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) por un total de 7.000 millones de dólares, lo que ocurra primero.
El objetivo declarado es sumar divisas de manera inmediata en un contexto de fuerte tensión cambiaria. Para acceder al beneficio, los exportadores deberán liquidar al menos el 90% de los dólares obtenidos en un plazo máximo de tres días hábiles tras la presentación de la DJVE. El requisito alcanza tanto a operaciones tradicionales como a anticipos, prefinanciaciones y posfinanciaciones externas.
Quienes incumplan estas condiciones volverán a pagar la alícuota anterior y quedarán excluidos del régimen especial. El Banco Central, la Secretaría de Agricultura y la Agencia de Recaudación y Control Aduanero tendrán a su cargo la fiscalización y regulación complementaria de la norma.
El decreto abarca a los principales granos del país —soja, maíz y trigo— además de sus derivados procesados. Desde la Casa Rosada aseguran que la medida apunta a dar “competitividad” al sector y generar un ingreso veloz de dólares a las reservas.
Desde el campo, la reacción fue de alivio, aunque con cautela.
“Es una medida que el sector venía reclamando hace mucho tiempo”,
afirmó Carlos Castagnani, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
El dirigente aclaró que muchos productores habían retenido parte de la cosecha para afrontar sus compromisos financieros y que ahora encuentran un incentivo para vender.
La Sociedad Rural también celebró la decisión, aunque destacó que se trata de un alivio transitorio. “Hay productores que necesitan previsibilidad. Una medida temporal no alcanza”, plantearon en la entidad.
La herramienta no es nueva. Gobiernos anteriores recurrieron a bajas temporales de retenciones para acelerar la liquidación de divisas, especialmente en coyunturas de escasez de dólares. Su impacto, sin embargo, dependerá de las estrategias comerciales de los exportadores y de cuánto stock decidan despachar durante la ventana abierta por el decreto.