

Por: 7ma Medios
Tony Janzen Valverde Victoriano, conocido como “Pequeño J”, fue arrestado en Pucusana, a 70 kilómetros de Lima, tras un trabajo conjunto entre la Policía Nacional del Perú y las fuerzas de seguridad bonaerenses. El joven, de nacionalidad peruana, intentaba escapar oculto en un camión que transportaba pescado.
Según informó el jefe antidrogas de Perú, Zenón Loayza, la detención se logró gracias al rastreo de las comunicaciones telefónicas del sospechoso y de su mano derecha, el argentino Matías Agustín Ozorio, también detenido.
“Teníamos intervenidas las líneas telefónicas utilizadas por Pequeño J y Ozorio. Seguíamos los pasos de los dos sospechosos y sus planes futuros”, explicó una fuente policial.
El 19 de septiembre, en Florencio Varela, fueron asesinadas Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15). Sus cuerpos aparecieron enterrados en una vivienda tras haber sido torturadas y descuartizadas.
La brutalidad del hecho fue transmitida en vivo a través de redes sociales en un grupo cerrado. En las imágenes se escuchó a un jefe narco decir: “Esto le pasa a cualquiera que me roba droga”.
Para los investigadores, se trató de un mensaje mafioso en represalia por el supuesto robo de tres kilos de cocaína.
Al ser detenido, “Pequeño J” negó cualquier vínculo con los crímenes:
“Me echaron la culpa nomás, nosotros no matamos a nadie. Hay que encontrar al culpable, yo no tuve nada que ver”, declaró ante cámaras locales.
También rechazó pertenecer a una red internacional de narcotráfico: “No estoy metido en drogas”.
Valverde, de entre 20 y 23 años, es considerado por la justicia un criminal de “tercera generación”. Su padre, Janhzen Valverde Rodríguez, fue asesinado en 2018 en un ajuste de cuentas en Trujillo, Perú, donde lideraba una banda llamada “Los Injertos de Nuevo Jerusalén”.
En un posteo de Facebook tras la muerte de su padre, Tony prometió venganza: “Te prometo que esto no va a quedar así, porque si nadie hace nada, yo mismo lo hago con pana y elegancia”.
Sus tíos también fueron señalados en causas de narcotráfico y homicidios en Argentina y Perú. En ese contexto creció quien hoy es acusado de uno de los crímenes narcos más crueles cometidos en el país.
Con la detención de Valverde y Ozorio ya son nueve los arrestados por el triple homicidio. Entre ellos figuran los dueños de la casa donde fueron hallados los cuerpos, presuntos cómplices en el traslado de las víctimas y personas acusadas de limpiar la escena del crimen.
El abogado de Morena, Diego Storto, aseguró que aún restan preguntas por responder:
“Hay videos de Sotacuro con las tres víctimas. Es un dato que debe investigarse a fondo”, señaló.
Por su parte, Antonio, abuelo de Brenda y Morena, se mostró cauto:
“Es muy difícil que un chico de 20 años maneje una red de narcos. Puede haber otros responsables”.
El gobierno argentino ya formalizó el pedido de extradición para que “Pequeño J” sea juzgado en el país. Mientras tanto, permanecerá bajo custodia en Perú.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, celebró la captura:
“Cuando se trabaja con decisión y coordinación, los delincuentes no tienen dónde esconderse. El que las hace, las paga”, escribió en redes sociales.