

Por: 7ma Medios
El silencio de la madrugada se quebró con dos detonaciones, según informaron los vecinos. Minutos después, las llamas devoraron una vivienda de la calle Santa Fe al 2300, en el barrio Thompson de Bahía Blanca. Adentro estaban Myriam Adriana Velázquez, de 52 años, y su hija Mariana Belén Bustos, de 25. Ambas fueron encontradas muertas, y los peritajes confirmaron que ya estaban sin vida antes del incendio.
La primera hipótesis apuntó a un accidente doméstico. Sin embargo, el hallazgo de restos de nafta y los indicios de disparos en la escena dieron un giro a la investigación. La fiscalía recaratuló el caso como doble femicidio, y desde entonces los investigadores trabajan para identificar al responsable.
“No hay duda de que se trató de un crimen. Estamos trabajando contra reloj para dar con el autor”, afirmaron fuentes judiciales.
El incendio fue reportado cerca de la una de la madrugada. Vecinos del barrio llamaron al 911 al ver salir humo por las ventanas y el resplandor de las llamas. Cuando los bomberos ingresaron, hallaron los cuerpos carbonizados sobre una cama.
“Mi hijo vio salir una moto roja de la casa minutos antes del fuego. Pensó que era alguien de la familia”, relató Daniel, un vecino.
De acuerdo con los testimonios, el ataque habría ocurrido alrededor de las 22.30. En ese momento se escucharon dos detonaciones que, según los testigos, sonaron “como tiros”. Poco después, un hombre salió en moto del lugar y desapareció entre las calles oscuras del barrio.
El fiscal Jorge Viego, de la Unidad Fiscal N°5, ordenó la autopsia y el relevamiento de cámaras de seguridad cercanas al Mercado de Abasto. Las imágenes podrían ayudar a reconstruir la ruta de escape del sospechoso. Además, un celular que pertenecía a una de las víctimas aún no fue hallado y podría resultar clave para entender las últimas horas de ambas mujeres.
Myriam había enviudado dos años atrás y compartía la casa con su hija. Vecinos las describieron como trabajadoras, tranquilas y muy queridas en la zona.
“Eran mujeres de toda la vida del barrio, sin conflictos con nadie. Nadie puede entender algo así”, comentó un vecino conmovido.
La investigación continúa, mientras el barrio Thompson permanece conmocionado tras el hecho.