

Por: 7ma Medios
Pablo Laurta, principal sospechoso de un doble femicidio y un homicidio, volvió a hablar. Durante su traslado a una comisaría en Entre Ríos, lejos de mostrarse conmovido por los hechos que se le imputan, justificó su accionar.
“Todo fue por justicia”, aseguró Laurta ante la prensa que lo esperaba, en alusión a los tres asesinatos por los que se lo investiga.
El hombre, de 39 años, fue detenido en un hotel de Gualeguaychú mientras intentaba huir con su hijo de seis años, diagnosticado con trastorno del espectro autista. Según la investigación, buscaba regresar a Uruguay, su país de origen.
Las víctimas fueron Luna Giardina y Mariel Zamudio, su ex pareja y su ex suegra. Giardina había escapado de Uruguay tres años atrás tras denunciarlo por intento de estrangulamiento. Contaba con un botón antipánico, pero no llegó a activarlo.
Vecinos relataron que Laurta la acosaba con frecuencia, incluso violando las medidas de restricción. “Se metía en la casa, la vigilaba desde el techo. Era un hostigamiento constante”, contaron testigos a medios locales.
El hombre, que en redes sociales impulsaba el movimiento “Varones Unidos”, mantenía una intensa actividad contra las políticas de género y las denuncias de violencia. Su discurso antifeminista se mezclaba con mensajes conspirativos y teorías de “justicia por mano propia”.
Después del doble crimen, Laurta escapó de Córdoba hacia Entre Ríos junto a su hijo. El traslado lo hizo en un taxi conducido por Joaquín, quien recordó los detalles del viaje que duró casi ocho horas.
“No me di cuenta quién era cuando lo llevé. El nene estaba muy descompuesto y él se negaba a llevarlo al hospital”, relató el chofer.
Durante el trayecto, Laurta mencionó que tenía “problemas con su ex pareja” y que “ella le había arruinado la vida”. Según el testimonio, llegó a decirle al niño que “por un tiempo no iba a ver más a la mamá y que ella los iba a dejar en paz”.
El conductor relató que, tras enterarse de la desaparición del menor, reconoció la imagen de su pasajero. “Se me heló el alma cuando supe quién era. Avisé a la Policía de inmediato”, aseguró.
Además de los femicidios, Laurta es investigado por el homicidio de Martín Sebastián Palacio, un conductor que había trasladado al acusado días antes. Su cuerpo fue hallado en un descampado de Entre Ríos, decapitado y sin brazos.
“Estamos frente a una mente criminal metódica”, declaró Néstor Roncaglia, ministro de Seguridad de Entre Ríos.
Las cámaras de seguridad registraron a Laurta manejando el vehículo de Palacio en la madrugada del 8 de octubre. El auto apareció incendiado en Córdoba al día siguiente. Los investigadores creen que el crimen fue parte de un plan para eliminar testigos y ocultar su ruta de escape.
El caso de Pablo Laurta vuelve a exponer la crudeza de la violencia de género en Argentina. Giardina había denunciado, temido y huido, pero no logró escapar de su agresor. Las organizaciones que acompañan a víctimas remarcan la necesidad de políticas efectivas de prevención y protección.
Mientras tanto, Laurta espera ser indagado en Entre Ríos por los tres homicidios y el secuestro de su hijo. El análisis de ADN sobre el cuerpo hallado en el arroyo Yeruá podría tardar varios meses, aunque las pruebas apuntan a que se trata del chofer Martín Palacio.
“No hubo un impulso momentáneo, hubo planificación. Laurta actuó con frialdad y con una idea de justicia personal que terminó en tragedia”, afirmó una fuente judicial cercana a la causa.