Por: 7ma Medios
La sanción del Tribunal de Disciplina de la AFA contra Estudiantes de La Plata desató una tormenta política y deportiva que sigue creciendo. En el centro del conflicto aparece Juan Sebastián Verón, inhabilitado por seis meses y convertido en la voz más crítica del manejo institucional del fútbol argentino.
El castigo incluyó, además, una multa millonaria y dos fechas de suspensión para once jugadores del plantel, aunque estas penas recién correrán en las competencias oficiales de 2026. La dureza del fallo sorprendió incluso dentro del propio ambiente de la AFA y abrió un capítulo inédito de tensiones.
“Es un atropello a una institución tan importante como Estudiantes, previo a ser amenazado y estar atentos a lo que podía pasar”, afirmó Verón al describir las horas posteriores a la resolución disciplinaria. El dirigente sostuvo que su postura crítica frente a la designación de Rosario Central como campeón sin votación formal desencadenó represalias:
“Muchas veces sentar posición y hacer un comentario trae este tipo de consecuencias”, explicó.
La controversia también escaló por los mensajes de Pablo Toviggino, tesorero de la AFA, quien insinuó que en 2026 podrían ocurrir “cosas” vinculadas a descensos o arbitrajes. Verón rechazó esas insinuaciones y advirtió:
“Nos sentimos obligados a hacer algo que no se hizo en otros partidos. ¿Por qué nosotros sí? Hay un ánimo direccionado contra Estudiantes”, remarcó.
Antes del viaje del plantel a Santiago del Estero para enfrentar a Central Córdoba, el vicepresidente Martín Gorostegui confirmó que Estudiantes presentará una apelación en la propia AFA. Y, si ese camino no prospera, el club ya evalúa recurrir al TAS, el Tribunal Arbitral del Deporte.
“Respetamos la interpretación del Tribunal, aunque no estamos conformes”, sostuvo Gorostegui, dejando abierta la puerta a un litigio internacional similar a casos previos que involucraron a San Martín de Tucumán o Talleres.
La disputa trascendió el mundo del fútbol y llegó a la arena política. Patricia Bullrich, ministra de Seguridad y senadora electa, fue una de las voces más duras:
“Hay muchas irregularidades y me voy a concentrar en el Senado para estudiar la transparencia de una asociación que no es cualquier asociación”, advirtió.
También cuestionó la estructura interna de la AFA y su sistema de decisiones:
“¿Cómo es la democracia interna? ¿Cómo son las elecciones? La AFA está haciendo cosas reñidas con las buenas prácticas y con la ley”, señaló.
El presidente Javier Milei expresó su respaldo a Estudiantes y evitó participar de actos en los que iba a coincidir con Claudio Tapia, sumando un gesto político a un conflicto ya desbordado.
En medio de la tensión, la Bruja rechazó las especulaciones sobre un posible interés personal detrás de su enfrentamiento con la AFA:
“No quiero nada. A mí lo que me interesa es que mejore el fútbol. Represento a mi club y me represento a mí”, afirmó.
Y lanzó una advertencia directa, que también funciona como mensaje hacia el futuro del conflicto:
“No tengo nada en contra de nadie, pero si veo una situación y tengo que elevar una crítica, lo hago… Tampoco al club lo van a ver ponerse de rodillas. No va a pasar”, sentenció.