Por: 7Ma Medios

Los reclusos del módulo VI, pabellón C, del Complejo Penitenciario Federal N°1 de Ezeiza, han iniciado una huelga de hambre que se extiende por casi dos semanas en rechazo al nuevo sistema de detención implementado por el gobierno. Estos presos, considerados de alto riesgo, denuncian que el régimen es «inhumano» y vulnera sus derechos humanos. Sin embargo, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ha desoído sus reclamos, afirmando que el objetivo es eliminar el poder y los privilegios de los narcoterroristas.

Bullrich ironizó sobre los reclamos de los detenidos, señalando que «los que asesinaron, torturaron y dominaron Rosario durante años, ahora piden ‘abrazar a sus seres queridos’». Defendió el nuevo protocolo como una medida necesaria para controlar y restringir las actividades de los líderes narcos, quienes, a pesar de estar en prisiones federales por delitos relacionados con el narcotráfico, continuaban operando sus redes ilícitas.

El Ministerio de Seguridad de la Nación creó el Sistema Integral de Gestión para Personas Privadas de la Libertad de Alto Riesgo, diseñado para aislar a estos reclusos de la población carcelaria general y eliminar los beneficios que tenían dentro de las cárceles. Bullrich celebró la efectividad del nuevo régimen, considerando que es un golpe directo a los presos de alto perfil.

La Ministra afirmó en la red social X (@PatoBullrich) que «los narcoterroristas ya no tienen poder ni privilegios. Ni dentro ni fuera del penal», en respuesta a una nota de Tiempo Argentino que reflejaba el reclamo presentado por Fabio Galante, abogado defensor de varios de los detenidos que se sumaron a la huelga.

Galante explicó que la queja principal de los presos es que solo pueden hablar con sus abogados una vez al día y con sus familiares directos un solo día a la semana. Además, los detenidos permanecen encerrados 20 horas al día, con recreos de 20 a 30 minutos que se alternan entre grupos de cinco.

En la lista de los representados por Galante se encuentran individuos como Alionzo Ruth “Ruti” Ramos Mariños, Mario Segovia, conocido como “El Rey de la efedrina”, y Ignacio “Ojito” Actis Caporale, un piloto de carreras acusado de enviar 8 kilos de cocaína a España. Los detenidos también denunciaron que les impiden tener contacto con la Iglesia y que la terapia psicológica se realiza bajo vigilancia constante de un agente encapuchado.

A pesar de la controversia y las denuncias de condiciones inhumanas, Bullrich se mantiene firme en la implementación del sistema. Durante la presentación del nuevo régimen, afirmó su compromiso de combatir las mafias y establecer el orden como prioridad, aunque todavía no se han publicado estadísticas oficiales que evalúen los efectos del programa.