sábado 27 de julio de 2024 - Edición Nº247

Salud | 21 dic 2023

SALUD MENTAL Y COMO ALIMENTARCE

La salud mental y los alimentos

Los nutrientes clave desempeñan papeles vitales en la promoción de la salud cerebral. Ayudan a producir neurotransmisores que regulan el estado de ánimo y contribuyen al bienestar y la felicidad en general.


En el mundo moderno, donde el estrés y la ansiedad son bastante comunes, la importancia de mantener una buena salud mental es cada vez más evidente. Y la investigación en el campo de la psiquiatría nutricional está arrojando luz sobre la influencia de nuestra dieta en el bienestar mental.

Según las últimas investigaciones, “la conexión entre nutrición y salud mental es profunda», ya que sugiere que nuestras elecciones alimentarias pueden influir significativamente en nuestro estado de ánimo y función cognitiva.

Los nutrientes clave desempeñan papeles vitales en la promoción de la salud cerebral. Ayudan a producir neurotransmisores que regulan el estado de ánimo y contribuyen al bienestar y la felicidad en general.

Por ejemplo, los ácidos grasos omega-3 son vitales para el desarrollo y el funcionamiento del cerebro, mientras que las vitaminas del grupo B, concretamente las B6, B9 y B12, desempeñan un papel crucial en la síntesis de neurotransmisores. Además, el triptófano, un aminoácido esencial que se encuentra en los alimentos ricos en proteínas, actúa como precursor de la serotonina, un neurotransmisor que gobierna el estado de ánimo.

Por eso, los cambios en la dieta están empezando a surgir como tratamientos para diversos problemas de salud mental. Lo más famoso es que la dieta keto es un tratamiento eficaz contra los ataques epilépticos que también se asocia con mejores perfiles de glucosa en sangre, mejor perfil lipídico y reducción de peso (factores de diabetes y obesidad).

Los estudios han demostrado que la adherencia a largo plazo a una dieta mediterránea puede reducir los trastornos neurológicos hasta en un 28 por ciento. Y cambiar a una dieta mediterránea puede provocar un mejor estado de ánimo y reducir los niveles de ansiedad en adultos estresados, lo que demuestra que un cambio proactivo también puede ser beneficioso para la salud mental.

Últimamente está surgiendo un nuevo campo al demostrarse que el microbioma intestinal puede afectar a nuestra química cerebral al regular la producción y transmisión de neurotransmisores.

El 90% de la serotonina del cuerpo -un neurotransmisor implicado en la felicidad, el estado de ánimo, la cognición y la memoria- es producido en el intestino por bacterias. Por tanto, los cambios en la población de estas bacterias afectarían profundamente a tu capacidad de producir serotonina, lo que provocaría malestar emocional.

En el mundo moderno, donde el estrés y la ansiedad son bastante comunes, la importancia de mantener una buena salud mental es cada vez más evidente. Y la investigación en el campo de la psiquiatría nutricional está arrojando luz sobre la influencia de nuestra dieta en el bienestar mental.

Según las últimas investigaciones, “la conexión entre nutrición y salud mental es profunda», ya que sugiere que nuestras elecciones alimentarias pueden influir significativamente en nuestro estado de ánimo y función cognitiva.

Los nutrientes clave desempeñan papeles vitales en la promoción de la salud cerebral. Ayudan a producir neurotransmisores que regulan el estado de ánimo y contribuyen al bienestar y la felicidad en general.

Por ejemplo, los ácidos grasos omega-3 son vitales para el desarrollo y el funcionamiento del cerebro, mientras que las vitaminas del grupo B, concretamente las B6, B9 y B12, desempeñan un papel crucial en la síntesis de neurotransmisores. Además, el triptófano, un aminoácido esencial que se encuentra en los alimentos ricos en proteínas, actúa como precursor de la serotonina, un neurotransmisor que gobierna el estado de ánimo.

Por eso, los cambios en la dieta están empezando a surgir como tratamientos para diversos problemas de salud mental. Lo más famoso es que la dieta keto es un tratamiento eficaz contra los ataques epilépticos que también se asocia con mejores perfiles de glucosa en sangre, mejor perfil lipídico y reducción de peso (factores de diabetes y obesidad).

Los estudios han demostrado que la adherencia a largo plazo a una dieta mediterránea puede reducir los trastornos neurológicos hasta en un 28 por ciento. Y cambiar a una dieta mediterránea puede provocar un mejor estado de ánimo y reducir los niveles de ansiedad en adultos estresados, lo que demuestra que un cambio proactivo también puede ser beneficioso para la salud mental.

Últimamente está surgiendo un nuevo campo al demostrarse que el microbioma intestinal puede afectar a nuestra química cerebral al regular la producción y transmisión de neurotransmisores.

El 90% de la serotonina del cuerpo -un neurotransmisor implicado en la felicidad, el estado de ánimo, la cognición y la memoria- es producido en el intestino por bacterias. Por tanto, los cambios en la población de estas bacterias afectarían profundamente a tu capacidad de producir serotonina, lo que provocaría malestar emocional.

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